A pesar de la riqueza y la variedad de esta ciudad imperial, es posible hacer un recorrido fascinante y representativo por Viena si sólo dispones de un par de días en la ciudad.
El primer día puede comenzar temprano, con la visita al Palacio Hofburg, lugar de residencia de la familia Habsburgo durante más de 600 años. Este lugar está lleno de recuerdos de la famosa emperatriz Sissi y su marido, el emperador Francisco José I de Austria. Para obtener un interesante descuento se puede comprar una entrada combinada, que incluye la entrada al Palacio Schönbrunn.
A continuación, proponemos una visita a la Biblioteca Nacional, una de las más bonitas del mundo. Desde allí, podéis cruzar el parque Burggarten en un idílico paseo hasta llegar a la Ópera de Viena. Una buena opción para ver el edificio por dentro sin gastar una fortuna es comprar una de las entradas más económicas (unos 4 euros) y aprovecharla para pasear por cada rincón y disfrutar desde dentro de este fantástico lugar.
También se puede coger un tranvía desde la Biblioteca Nacional y hacer un bonito recorrido por la Ringstrasse, la importante avenida circular en la que se encuentran gran parte de los edificios más importantes e imponentes de Viena, como la Bolsa, el Parlamento, el Ayuntamiento, el Burgtheater, la Universidad o la Iglesia Votiva.
Nuestro recorrido continúa en el Hundertwasserhaus, un original y colorido complejo residencial construido entre 1983 y 1986 y obra del pintor Friedensreich Hundertwasser. Se trata de un impactante conjunto arquitectónico que destaca por sus formas onduladas, su colorido, y los árboles que crecen en el interior y cuyas ramas asoman por las ventanas.
Y para terminar el día con un poco de relax y diversión, ¿qué tal un paseo por el Prater, el parque de atracciones más antiguo del mundo?
El segundo día puede comenzar con la visita al Palacio Schönbrunn, antigua residencia de verano de los Habsburgo, y sus preciosos jardines. Desde allí, se puede tomar el metro hasta Kettenbrückengasse, donde se encuentra el conocido mercado Naschmarkt, el mercado callejero más antiguo de Viena (se viene celebrando desde el s. XVI) en el que podrás disfrutar de coloridos puestos de flores, carne, pan y todo tipo de alimentos. También es posible comer en la zona, ya que los puestos comparten espacio con decenas de restaurantes internacionales a precios asequibles.
Por la tarde, os recomendamos volver al centro de la ciudad, donde podréis disfrutar de lugares tan especiales como la Cripta Imperial, situada bajo la Iglesia de los Capuchinos. En pleno corazón de la ciudad se encuentra también la Catedral de San Esteban, desde la que se puede admirar gratuitamente la ciudad en una vista panorámica desde el mirador de la torre sur, no sin antes subir por la intrincada escalera de caracol que nos lleva a lo más alto del monumento. La entrada a la catedral el gratuita, pero se puede adquirir un ticket por 14,50€/adulto que da acceso a las catacumbas, la campana y la torre sur con audioguía
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